



En plena expansión de la baldosa hidráulica a principios del siglo XX, numerosos arquitectos y artistas de la época crearon un lenguaje gráfico firmando sus propios diseños (A. Gaudí, Lluís Domènech i Muntaner, J. Puig i Cadafalch entre otros), contribuyendo a que el mosaico hidráulico fuera aceptado en la arquitectura de la época y reconocido a nivel nacional. En manos de Mosaics Torra, y con la garantía y la experiencia de otra empresa familiar del grupo, Paviments Canigó, S.A., tenemos nuevamente un gran reto, dar a conocer el resurgir de una fabricación artesanal concebida como antaño, baldosa a baldosa como los suelos antiguos de toda la vida.
Nuestro propósito: recrear un valor cultural extinguido, convencidos de que sabremos transmitir con ayuda de los profesionales de la arquitectura y la decoración una antigua pero nueva forma de pavimentación con la baldosa hidraulica que como la historia nos ha demostrado, estará presente en futuras generaciones.